Luego de ese momento con mi profesor, termine el día de clases algo anonadada por ese acontecimiento,
por así decirlo, Kisuke no paraba de preguntarme qué me sucedía, y yo simplemente sonreía y contestaba
-No es nada, sólo estoy de buen humor.
Volví a mi casa a realizar mi tarea, prepararle la cena a mi padre como era de costumbre, ducharme y
acostarme.
Todo sucedió sin ningún cambio, pero sabía que al otro día lo volvería a ver.
Al día siguiente me desperté, preparé el desayuno para mi sola, mi pade no había regresado a dormir.
Eran las 8.40, emprendí viaje hacía la escuela.
En el camino me encontré a Kisuke, quien no estaba de muy buen humor ese día, me comentó que no
había tenido una buena noche, preferí no preguntar el por qué.
Entramos al salón, de repente mi corazón empezó a latir muy fuerte, sabía que iba a ver a mi profesor
en unas horas.
El timbre del cambio de hora sonó. Me arreglé el cabello, algo raro en mi.
-¿Ahora te arreglas para los cambios de profesor, Nemu? Dijo Kisuke sonriendo
-No seas tonto Kisuke, sólo me molestaba el pelo, nada más. -Dije esquivando la mirada.
-No te molestes, era sólo un comentario!
La puerta se abrió, bajé la mirada como de costumbre, cuando entonces...
-Buenas tardes alumnos, mi nombre es Ichimaru Gin, seré su profesor de literatura a partir de hoy,
encantado de conocerlos.
No pude discimular mi cara de asombro,
-¿Dónde está el profesor Sousuke? - Dije prácticamente gritando.
Kisuke y el resto de la clase volteó a mirarme.
-El profesor Sousuke ha tenido unos inconvenientes personales y tuvo que irse de la ciudad, por eso
me dejó a cargo su clase, ¿alguna otra pregunta? -Dijo el nuevo profesor sonriendo.
¿Dónde está? ¿Qué le sucedió? ¿Qué está sucediendo? Mi cabeza no paraba de hacer preguntas
¿Por qué no me avisó? ¿Dón-de...?
-¿Estás bien Nemu? Te noto algo distraída, ¿Qué pasa? -Dijo Kisuke con cara de preocupado
-Vamos, puedes contarme.
-N-Nada, no me pasa nada, sólo estoy algo mareada. -Contesté mirando hacia abajo
-¿quieres que te lleve a la enfermería? Deja de que le aviso al profesor
-No! No hace falta, ya se me pasará.
Kisuke quedo mirandome por unos minutos, yo no podía levantar mi mirada del piso, no entendía
que era lo que estaba sucediendo.
El resto del día me mantuve así, hasta que llegó la hora de salida.
-¿Quieres que te acompañe a casa Nemu? No te noto bien, dejame acompañarte. -Dijo Kisuke
tomandome de la mano.
-No, gracias, quiero ir sóla, estaré bien.
-Si es por tu padre, no te preocupes, no me molestará lo que me diga.
-No es por eso, mi padre seguramente no estará en casa, solo quiero estar sola.
El suspiró, e hizo una gran sonrisa, -Yo sé lo que te sucede, por eso es que no quiero que estés sola.
Lo miré fijo y contesté, -Si es que lo sabes, entonces dejame sóla, adiós.
Volteé y tome camino hacia mi casa, no sabía siquiera por dónde iba caminando, quería llegar a casa
y dormir, para levantarme y que todo esto fuera un sueño.
Al llegar a mi casa, mi padre no estaba, lancé mi bolso al piso y me fui corriendo a mi habitación,
entonces... mi celular sonó.
Era un mensaje de el, del profesor Sousuke, mis manos temblaban, abrí el mensaje y comencé a leer:
"Mi querida Nemu, este mensaje es para despedirme, no preguntes a dónde iré porque no lo etenderías.
Sólo quise despedirme de la mujer que amo, de la que me enamoré un día al entrar a ese salón de clases,
de la persona que ocupo mis pensamientos desde ese día.
Espero que nos podamos volver a encontrar algún día, y podamos estar juntos, es lo que más deseo.
Aizen."
Dejé caer el celular de mi mano, las lágrimas empezaron a derramarse sobre mi rostro, empecé a temblar,
¿Po-por qué...? Lo único que se me ocurrió hacer es ese momento fue sentarme a llorar, no podía parar.
Así estuve toda la noche, mi padre me había enviado un mensaje de que no vendría a cenar, no tenía
apetito, no tenía ganas de levantarme, sólo quería llorar, y eso hice hasta quedarme dormida.
Al otro día no me levanté para ir al colegio, no quería salir de mi casa, iba a quedarme todo el día acostada,
sólo eso quería hacer.
Mi celular sonó nuevamente, me apronté a fijarme quién era.
-¿Por qué no viniste a clases Nemu? ¿Estás bien? Contestame por favor, estoy preocupado.
Era Kisuke, no quise responder, dejé mi celular de nuevo en la mesa.
Unas horas más tarde, el timbre de mi casa sonó y a la vez mi celular.
-Estoy afuera de tu casa y no me iré hasta que no te vea. Kisuke.
Suspiré, no quería ver a nadie, entonces le contesté el mensaje, -Estoy bien, pero por favor vete.
-No me iré hasta que te vea, ya te lo dije, así que apurate y abre la puerta.
Desganada, me levanté de mi cama, me lavé la cara, me puse algo de ropa y salí a abrir la puerta.
Ahí estaba mi compañero de clases, probablemente mi único amigo, levanté la mirada
fingiendo una sonrisa para hablarle.
-Esto...
En un instante... me abrazó, muy fuerte, no me dio tiempo a decirle nada.
-Todo estará bien, por favor dejame quedarme a tu lado. -Susurró Kisuke sonrojado.
No pude emitir palbra alguna, sólo lo abracé muy fuerte dejando caer unas lágrimas.
-Te-Te quiero, -dijo con la mirada hacia un costado.
-Gracias, -contesté sin mirar.
Eso fué lo último que recuerdo, desde ese día.
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